Esta noche no tocamos ningún clásico (riojas, riberas...) y ponemos en la mesa vinos un poco más rebuscados.
TRINXET (Roble 2011, Binissalem, Mallorca)
Empezamos la cata con este vino mallorquín esperando sensaciones diferentes a lo habitual. Por desgracia, ya os lo anticipo, no nos descubre nada nuevo.
En nariz muy parecido a los riojas, quizás menos fruta y algunos tonos a madera. También salen olores a laca, un poco alcohólico.
En boca áspero en el paladar, toques salados en la lengua. Evoluciona y aparecen sabores a vainilla.
No es mal vino pero, como os decía al principio, no sorprende con algo diferente, no deja de ser un vino de corte clásico.
Como curiosidad os diré que trinxet es el nombre de un cuchillo para cortar el pan payes, como podéis ver en la etiqueta.
CARCHELO (2011, Jumilla)
Lo primero que resalta de este vino es su estética, llama la atención y a veces esto es importante, ya que si no lo conoces el mero hecho de ser bonita te fijas en ella y acaba en tu mesa.
En nariz a palote, fresa, platano... cómo nos gustan estos aromas, es como un petti suisse (o como se escriba) Caramelo de nata, pero el caramelo de los 80, no los de ahora.
En boca nos da un poco de acidez con tonos a café. Alcohólico pero lo justo.
Un vino muy generoso y totalmente recomendable para nuestra opinión. Servimos la segunda copa y sigue manteniendo los aromas iniciales. Le ponemos un notable alto.
LA LLAVE ROJA (2011, Extremadura)
Vino extremeño de las bodegas de Carlos Plaza situadas en la frontera con la provincia de Huelva.
En nariz tonos muy agradables a fresas, más bien cuando haces zumo. Pero evoluciona mal, enseguida pierde aroma.
En boca, alcohólico, fuerte sabor a alcohol a pesar de tener poca graduación (12,5º). Ocurre lo mismo que en nariz, se muere, se queda enseguida sin sabor.
Nos quedamos un poco desilusionados ya que esperábamos un poco más de este vino.
Tempranillo
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