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domingo, 16 de septiembre de 2012

Cata 13 de septiembre 2012.

   
Parecíamos piratas. Íbamos llegando a la sede de amalauva cargados con nuestro botín. Se veía por el tamaño de las bolsas que nuestras correrías veraniegas habían tenido bastante éxito. Traíamos caldos de

varias regiones de la península, incluido el Algarve portugués, saqueado sin piedad por Tempranillo. Parte de Francia cayó rendida a mis pies y obtuve un cuantioso botín. Ni siquiera la huerta murciana se salvó del ataque de Mencía, terror de los mares, pero ¡ay pobres cristianos cuando pone pie en tierra! Ya podéis encomendaros a vuestros santos y a vuestras vírgenes.

   Con la avidez de quienes, tras arriesgar sus vidas tantas veces, disfrutan de la compañia de otros camaradas, elegimos los vinos que catariamos esa noche, dispusimos las viandas, clavamos nuestros cuchillos sobre la mesa y nos dispusimos a contarnos historias sobre el valor, el honor y la amistad.

   Los elegidos fueron:


   Un "Domaine de la Vitrolle" vino del Pays du Perigord 2009 de la Dordogna, Francia. Esta región es una de las más bonitas del país vecino. Es famosa por el foie gras, las trufas negras, las fresas y los vinos, sobre todo los de Bergerac, este en concreto es de Limeuil.

   Se trata de un vino joven, elaborado con un 75% de uva merlot, de un bonito color cereza, un sabor intenso a fruta madura. Es impulsivo, como los jóvenes, golpea en todas las partes de la boca, sin que prevalezca en ninguna. Sabedor de que le queda mucha vida por delante, lo da todo en cada trago, sin guardarse nada. Sabe igual al principio que al final. Coincidimos en que era un vino excelente.
   Como de costumbre, varios platos con comida acompañaron esta cata. Un chorizo ibérico buenísimo y unos tomatitos del tamaño de sandías que como he dicho antes trajo Mencía como botín de sus razias por Murcia. Tempranillo partió el tomate en rodajas del grosor de un iPhone 5, justo como le gustan a Graciano y lo aliñó con aceitito y poquito de sal. Por nada del mundo hubiéramos cambiado aquel tomate que a modo de "magdalena de Proust" nos traslado a nuestra infancia, cuando los días duraban 40 horas y solo sudábamos cuando hacíamos ejercicio.


   Seguidamente, dimos paso a un "Cepas del Zorro" crianza 2008 elaborado con uvas monastrell y syrah. De la denominación de origen Bullas  De color rojo granate, de buena capa, muy cubierto, como se dice en estos casos. Muy limpio y replandeciente. Como la ropa lavada con Ariel. Olía a cajón de mueble del IKEA. En boca tiene cuerpo, es redondo. Te deja una sensacion como si comieras un felpudo, algo algodonoso, en el sentido de suave, como si te enjuagaras la boca con una oveja. Muy bueno. Nos gustó. Y el tomate se terminó.






   Por ultimo, abrimos una botella de "Comoloco" 2011, uva monastrell también, D.O. Jumilla, con nada menos que 15 grados. El color, un poco mas oscuro que los gorritos de los cardenales, un poco turbio, y como dijo uno de nosotros, de generosa lágrima. Un llorica, vamos. Mucho olor a fruta y a algo más que no recuerdo. Presencia poderosa de los taninos, salida de boca enérgica, como un saltador de potro chino, Mucho sabor  a mosto. Muy goloso. Nos resulto difícil decidir con qué comida maridaría bien.
   Hasta la próxima.

                                                                                                Merlot






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