Murieron por guarros

Hoy me he encontrado con la enésima teoría sobre el cambio climático, pero en esta ocasión ha superado mi capacidad de tolerancia sobre estos temas. Según la revista científica Current Biology resulta que el cambio climático que  ocurrió hace 150 millones de años y que probablemente llevó a la extinción de los grandes dinosaurios, fue provocada por ellos mismos.

 En concreto por los grandes saurópodos que pesaban entorno a los 20.000 kilos y cuyas flatulencias podían alcanzar la nada despreciables cifra de 520 millones de toneladas de metano al año, cantidad equiparable a la de gases de efecto invernadero que se producen en  nuestros tiempos. Se calcula que el metano es 25 veces más contaminante que el CO2.

Algunos no se “cortan un pedo”, con tal de tener algo que escribir en una revista científica. Yo les propongo otra teoría, debido a su gran tamaño estos herbívoros necesitaban consumir tal cantidad de vegetales que acabaron consumiendo los bosques del Jurásico desertificando la tierra, y claro, vuelta al cambio climático... ¡Por favor! Que sin  esfuerzo puedo crear una teoría de estas cada diez minutos. Ya puedo imaginar la próxima cumbre sobre el clima tratando de valorar el impacto  de las  ventosidades animales en un “clima globalizado” !!Es lo último¡¡

Quizás puedo aceptar, con reservas, el coche eléctrico, los generadores eólicos, las centrales nucleares, las plantas solares, el reciclado..., etc. pero para nada aceptaré ningún tipo de intromisión en el tema de las flatulencias por alcanzar un equilibrio en los gases que se encuentran en nuestra atmósfera.

Si al final todo se reduce a una cuestión de química y mas concretamente a la del carbono, pues  hablemos de nuestras relaciones con ella .Una de mis moléculas favoritas es la C2H5OH producida en la fermentación del vino y no me resulta nada simpática  la CH4,estéril y dañina.

 

Pero qué importancia podía tener la química para Noé cuando se  embriago con el vino de su propia vid de una manera casual. Lavoisier fue de los primeros científicos en asombrarse de esta reacción “la fermentación es el más extraordinario proceso que la química nos presenta”. Pero no fue hasta Pasteur cuando  realmente se estudio en profundidad la fermentación  y el proceso de transformación de las moléculas  "La fermentación es una correlación de la vida, y son las levaduras, hongos microscópicos unicelulares, las que descomponen el azúcar en alcohol y gas carbónico”. Con otras palabras, concertamos una cita entre las dulces moléculas de glucosa  C6H12O6 y los alegres  hongos y obtenemos C2H5OH (alcohol etílico) y CO2 (dióxido de carbono), ya tenemos una fiesta en toda regla.

Y os estaréis preguntando, y al final tanta formula, ¿para qué?  Pues para comprender que todo es circunstancial y el resultado depende más del momento y el lugar, que de los elementos que intervienen, que a la postre suelen ser casi siempre los mismos.

Al exponer la materia orgánica, en esta caso la uva, a los hongos (Xilófagos) y bacterias y en ausencia de oxigeno nos lleva al metano, por tanto a la extinción. Por el contrario, hongos (levaduras) y oxigeno nos llevan al maravilloso mundo del vino y a la vida placentera.

Ahora, que cada uno elija qué hacer con  las uvas.

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