Es improbable que en nuestra desesperada búsqueda de la felicidad nos crucemos con vinos como este. Se me ocurre que, para paliar tamaña desgracia, podríamos abrir una sección dedicada a estos vinos. Un rincón en donde poder admirar la forma de la botella o contemplar la delicada caligrafía de la etiqueta, vislumbrar los suaves tonos anaranjados que el paso de los años le va confiriendo, o soñar siquiera con mordisquear la cápsula que envuelve el infranqueable corcho.
Yo me he decidido por el Château Pétrus:
quizá porque se elabora casi completamente con uva merlot:
No debéis preocuparos porque creo que todavía me quedan algunas botellitas de este “tintorrillo” de la Bodega del Mercadona .Lo que me tiene preocupado es la foto de la etiqueta ……no os recuerda a alguien….
ResponderEliminarEste da más miedo que Fidel.
Mencía
Sólo es cuestión de acercarse....
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