Con esta entrada pretendo demostrar las similitudes existentes entre la pintura occidental, su percepción del mundo a través de los siglos y las fases por las que pasa un bebedor de vino.
Iniciamos esta andadura con el Románico y con la primera copa de vino. Al principio todo es alegre, jovial, inocente. Tus acompañantes y todo lo que te rodea es maravilloso. Te relajas, tomas otra copita y luego otra:
San Isidoro de León. Panteón de los Reyes de León.(1157-1188) |
Comienza la fase de las chorradas. La realidad se deforma un poco. Empiezas a notar cosas raras. Pero no te preocupas:
Tu mente, que detecta el peligro, te otorga un último momento de lucidez. De repente pasan imagenes con alto contenido simbólico. Vidas ejemplares que seguir.
Pantocrator.San Clemente Románico aragonés de Tahull.(1123 aprox) |
Vale, vale, vale, te dices, ésta es la última, que ya estoy diciendo tonterias.
Intentas recomponerte -el rómanico da paso al gótico- y volver a la sensatez, recobrar la lucidez y la perspectiva. Enfocas de nuevo y el mundo parece recobrar su sentido:
Robert Campin. Retrato de un hombre robusto. (1425) |
venga venga ya casi lo tienes. Estás otra vez ahí... pero no, es imposible. La cuarta copa de vino es ingobernable y vuelves otra vez a las chorradas, esta vez ya sin freno. Tu interlocutor se convierte en esto:
Arcimboldo. Vertumno.(1591) |
y luego en esto:
Arcimboldo.Vegetales.(1590) |
Ya no hay remedio. Es el descojone padre.
Si tienes la suerte de contar con una pareja sensata que vela por ti y por tu reputación te aconsejará que cambies el vino por la fanta de naranja. Tienes dos opciones: sigues su consejo y todo irá bien (renacimiento, barroco, academicismo francés, impresionismo):
Antoine Watteau Mezzetin.(1718) |
Edvard Munch. El grito (1893) |
La quinta y la sexta copa de vino no se como pero siempre vienen juntas. Y provocan dos efectos diferentes. El primero es un movimiento giratorio brusco que casi te hace perder la consciencia. Cuando te recuperas esto es lo que ves:
Picasso. Los tres musicos (1921) |
El segundo, que a ti te parece un ligero cabeceo, pero para los que no están como tú es un temblor en toda regla y que va acompañado de desplome mandibular y parpadeo frenético con los ojos casi cerrados. Esto es lo que verás. Sobre todo no te asustes:
Francis Bacon. El papa Inocencio X de Velazquez (1961) |
A partir de aquí, como dice el coronel Kurtz, EL HORRRORRRR. Todo transcurre muy deprisa. Cuando vuelves a centrarte puede que veas esto:
Friedrich Vondemberge Composicion nº104(1936) |
En tal caso estas apoyado sobre los azulejos del cuarto de baño. O puedes ver esto:
Kasimir Malevich Cuadro negro(1929) |
Si ves esto debes preocuparte no porque estés tirado en el suelo, que lo estás, sino porque tu pareja se ha ido con el tio que cambié el vino por la fanta de naranja.
Merlot
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