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domingo, 11 de noviembre de 2012

Estúpida evolución.


   Ya está bien de  chorradas. Desde que empezaron a derrumbarse  nuestras mezquinas vidas de trabajadores-consumidores hemos tenido que aguantar  a miles de sesudos opinadores con más  MBA´s que sentido común y  tragarnos
sus explicaciones del porqué de la crisis y de lo que deberíamos hacer para salir de ella. No es momento de enumerarlas, pero seguro que recordamos varias docenas a poco que nos esforcemos. Todas tienen en común que sólo son aplicables  a parcelas de la actividad humana muy concretas o a aspectos del comportamiento humano circunscrito a ámbitos específicos. Ninguna de ellas podría considerarse una teoría total, capaz de dar una explicación valida cualesquiera que sean las circunstancias. Yo si la tengo.

   ¿Qué es lo que está ocurriendo? A mi modo de ver se está produciendo una catarsis de la condición humana de proporciones bíblicas. ¿Cuales son los indicadores? Solo uno, pero muy evidente: el alarmante aumento de la estupidez que se está produciendo en todos los campos del acontecer humano. Y lo que es más preocupante, se trata de un crecimiento sostenido en el tiempo, que se afianza con cada generación y pasa a la siguiente completamente integrado en el acervo intelectual. La bicha se incubó en las tripas de algún imbécil pero ahora es un monstruo que lleva devorada más de la mitad de la especie. Veamos algunos ejemplos:

    - Tenemos más organismos de gobierno que nunca, las leyes y normas nos salen por las orejas, pero aquí nadie se hace responsable de nada, y lo que es peor, nadie hace responsable a nadie de nada. Solo los estúpidos están libres de responsabilidad, precisamente por eso. Y solo los estúpidos convivirían con altos índices de irresponsabilidad.
   - Solo a los estúpidos se les puede ocurrir tener miles de amigos y solo a los imbéciles les puede resultar agradable compartir la amistad  con otros miles.
   - Es imposible encontrar a alguien que haya cambiado razonablemente de opinión en la última década. Esa persistencia en las creencias es síntoma de idiotez. Solo los estúpidos mantienen su ideología intacta aunque la realidad vaya por otro lado.
   - El desenfreno parlanchín, la locuacidad delirante son síntomas de idiotez. Solo los estúpidos creen que cantidad de palabras equivalen a calidad de pensamiento. ¿ Y cuantos de estos tipejos derraman en cascada sus tonterías en los medios?
   - Como consecuencia de lo anterior, todos estos tontos se creen en la obligación de sacar conclusiones. Por Dios, ¿adónde nos puede conducir una conclusión extraída de cuatro chorradas inconexas? Esta pretensión debería estar penada con cadena perpetua.

   Podría continuar pero me interesa más dar una explicación a todo esto.

   ¿Por qué está pasando desapercibido este fenómeno? ¿Por qué existe todavía el convencimiento de que vivimos en la sociedad más avanzada de la historia y que el ser humano actual está en la cúspide de la evolución? En mi opinión, tal convencimiento es fruto de una errónea interpretación de la palabra “evolución”  a la que hemos dado, además del sentido de cambio (que tiene),  el de progreso y mejora (que no tiene). Eso es precisamente lo que afirmaba  Darwin: que el cambio sólo conducía a las especies a alcanzar una mayor adaptación al medio ambiente sin que ello conllevara ningún ideal  de progreso entendido como una lenta marcha de lo inferior a lo superior. Así que no tiene ningún sentido pensar que el hombre actual es el resultado de un proceso de perfeccionamiento a lo largo del tiempo

    James Watson, el que descubrió la estructura del ADN, todo un premio Nobel, se ha encargado  de darnos el mazazo definitivo, ha dicho que la estupidez es genética, es decir que se propaga con los genes, vamos, que si un tipo es  estúpido y padre de  familia numerosa el Estado podría ahorrarse las ayudas a la universidad para sus hijos.

    Por lo tanto, y desgraciadamente para nuestra autoestima, el aumento de la estupidez significa primero que sí, que somos más estúpidos y que no hay ninguna ley natural que lo prohíba, y segundo que por alguna razón la estupidez nos reporta ventajas evolutivas como respuesta al medio que nos rodea. Pero claro, el medio que nos rodea lo hemos construido nosotros transformando el medio natural originario hasta un grado irreconocible, por lo tanto habrá que concluir  que el aumento de la estupidez humana es una respuesta evolutiva a la transformación del entorno en el que solo sobrevivirán los mas aptos, es decir, los mas estúpidos. Ya llevamos unas décadas comprobando como se cumple esto último.

   No pasa nada por ser cada vez más tontos. Es más, no deberíamos corregir la estupidez puesto que como hemos visto nos es imprescindible para sobrevivir en nuestro entorno. Creo que es mejor potenciarla, a ver donde nos lleva. Es como si hace unos cuantos  millones de años, cuando se levantó el primer mono  el resto de la pandilla le hubieran obligado a agacharse otra vez, al final, en vez de alumbrar  una nueva especie capaz de superar los nuevos retos, hubieran muerto todos por inadaptados.
  

Post scriptum: Este  circulo vicioso  explica perfectamente lo que está ocurriendo: Seres cada vez más estúpidos conciben ideas cada vez más tontas que puestas en práctica introducen más estupidez en el entorno al que las nuevas generaciones con la mortífera carga genética  a cuestas, tratan de adaptarse refinando aún más su estupidez y vuelta a empezar.

Post data: En mi calidad de ser humano y por tanto susceptible de estar genéticamente afectado por la estupidez, me doy perfecta cuenta de que las manifestaciones aquí vertidas podrían no ser más que  soberanas estupideces surgidas de mi legítimo intento por adaptarme al entorno.                       

                                                                                             
Merlot

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