Museo quema Arte por falta de presupuesto |
Por mera casualidad, descubro esta noticia y no puedo dejar de sentir estupor al leerla, por la situación y por la decisión tomada por los protagonistas.
En esencia, y transcribiendo literalmente del artículo: "la noticia pretende hablarnos de la situación de Europa, del estado de la cultura y del estado de las cosas en general, sin que sepamos muy bien cuál de las tres esferas está peor: un museo italiano está quemando sus obras:
a) como protesta
b) porque no tiene presupuesto para seguir adelante"
La noticia completa puede leerse aquí: http://www.euribor.es/museo-quema-arte-por-falta-de-presupuesto/
Lo que parece una decisión tomada en una coyuntura especialmente difícil y que sin duda afecta al mundo del arte en Italia como a cualquier otro sector creativo y/ó productivo, no parece justificar las medidas tomadas.
Más bien parece una mera pose de un galerista italiano (o argentino afincado en Italia, por ser exactos), que aprovechando las circunstancias e, intentando convertirse en un altavoz de la situación de su entorno, decide llevar a cabo la destrucción de obras de arte de sus representados.
El circo comienza con la quema de una obra de una artista local, una escultura de una napolitana, que accede a la inmolación de su trabajo sin recompensa alguna. El galerista se "sorprende" de la pasividad de las autoridades italianas que no evitan la "irreparable pérdida" de esa obra de arte.
Dispuesto a todo, comunica que la siguiente será una obra de un artista griego. A ver si así alguien decide rescatarla. ¡Gran paradigma!
En fin, todo este episodio, más alla de la anécdota, del afán de protagonismo o de llamar la atención con una performance reivindicativa, exhibe la gran realidad del pueblo italiano en su relación con el arte y la cultura....
El gran periodista, escritor y ensayista italiano Leonardo Sciascia ya nos hacía ver la paradoja del pueblo italiano, crador de las mayores maravillas del arte, poseedor del mayor patrimonio cultural del mundo contemporáneo y, a la vez, destructor sin atenuante de dicho patrimonio.
Sciascia es especialmente claro en su ensayo "Negro sobre negro" (Nero su nero, Turín, Einaudi, 1979), escrito con valentía poco después del secuestro y asesinato de Aldo Moro. No deja títere con cabeza y desnuda a la mafia, a la clase política y cultural, al funcionariado , a la iglesia y, en general, a la sociedad italiana de la época de finales de los 70.
En el referido ensayo, más allá de las interesantes reflexiones políticas, se lamenta repetidamente del caracter destructivo de los italianos respecto de su patrimonio. Si tuviera que haberlos definido con un término en castellano, este podría haber sido el de "catetos" o "palurdos". De ahí que no nos sorprenda, en el fondo, la noticia de la quema de obras de arte en Italia.
¿Podríamos trasladar esta situación a nuestro país? No lo creo. Si bien es cierto que nuestro desconocimiento e ignorancia en ciertas etapas de la Historia de España, incluso cercanas a hoy en día, podrían haber dado lugar a la destrucción, permisividad ante el expolio o simple abandono de nuestro patrimonio artístico, el carácter español no acepta conscientemente estas actitudes. Es más, las rechaza y combate.
España No es Italia...
... Baste con pensar en el hipotético anuncio por parte de los más prestigiosos bodegueros de nuestro páis de su decisión de volcar las barricas de sus bodegas en la vía pública y de lanzar sus mejores botellas contra las paredes del ministerio, en protesta por la reducción en las ventas de sus más afamados caldos o la falta de ayudas para su promoción.
De por sí, parece irreal que pueda echarse a perder tanto arte embotellado pero, a diferencia de Italia, inánime ante situación similar, aquí, al menos un grupo de irreductibles defensores de nuestra cultura, protegeríamos con nuestra vida hasta la última botella de Vega Sicilia, de Viña Tondonia, ...
Por si acaso estoy equivocado, señores bodegueros: antes de desesperar, cuenten con nosotros, los amigos de Amalauva.
Graciano
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBajo las palabras “arte contemporáneo” se cobijan todo tipo de manifestaciones presuntamente artísticas fruto de una sociedad que ha hecho, de la democratización su leitmotiv en el ámbito artístico. La situación puede trasladarse a España perfectamente. De la transición para acá hemos sufrido (y digo bien, sufrido) la apertura de Museos de Arte Contemporáneo por doquier. Cuenca tiene uno, Ávila también, Sagunto…casi todos los núcleos urbanos mayores de 5000 habitantes tienen uno, coño si hasta mi pueblo tiene una pequeña sala con el pomposo nombre de “Miradas del arte” dedicada a esta pintura. En su inmensa mayoría, el conjunto de las obras expuestas, no pasarían el más simple examen estético. Sin embargo para los capitostes de turno su ciudad debe tener un Museo de arte contemporáneo por la misma razón que hay un cuadro de caza en su salón y las grandes obras de la literatura universal olvidadas en un hueco de su boisserie. Pero todo eso tiene un precio que al principio, pagan los ciudadanos gustosamente embaucados por el bobo solemne que tienen por alcalde pero que ahora en una difícil coyuntura o no están dispuestos a sufragar con su dinero o es que sencillamente no lo hay. Irán cayendo amigo Graciano, ya lo verás, igual que los aeropuertos.
ResponderEliminarLos italianos conviven con naturalidad con las más importante obras que el genio artístico del hombre ha producido. Desde pequeños están rodeados por ellas, aprenden sin querer unos cánones estéticos con los que, a lo largo de su vida, juzgarán todo aquello que se les presente como arte. Es normal que no reaccionen ante esto sobre todo si intuyen que detrás no hay mas que un asunto de dinero.
Por ultimo (que me lio) un consejo para el argentino este. Que venda esto como performance a la Tate Modern y que con el dinero que saque por la exhibición compre acciones de YPF. (ya lo he dicho, no lo he podido evitar.)
Que tenga usted un buen día, Monsieur Graciano.
Merlot.
Querido Merlot,
ResponderEliminarde acuerdo con el 99% de las apreciaciones tan sólo quiero hacerle un comentario respecto al mencionado museo de Cuenca (mi familia política no me perdonaría que no acudiera en su defensa):
En realidad, este museo se denomina Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca. Aunque el espacio está cedido porle ayuntamiento de Cuenca, la gestión, si no me equivoco está en manos de la Fundación March y nace como una exposición permanente de obras de autores españoles de los 50 y 60. A mi juicio, la existencia de este museo cobra sentido porque alberga una importante colección de más de 200 obras, propias y de otros autores, donadas por Fernando Zóbel a la fundación en 1980.
Graciano
touche. Deberia haberme documentado. La verdad es que lo he mencionado porque me sonaba, pero tiene usted toda la razon. Espero no haberle causado ningun problema domestico (¿acaso los hay de otro tipo?)con mi inconsciente atrevimiento. Un saludo.
ResponderEliminarMerlot.
Desde mi punto de vista esto es una estrategia muy bien pensada. Se deshacen de unos cuantos pinturas encumbradas en obras de arte .Bien podrían ser carteles publicitarios arrancados de sus vallas y destruidos después de haber cumplido su tiempo de promoción .Con el propósito de que las no sacrificadas aumenten su valor ¡Inmolemos lo prescindible! para salvar lo que realmente interesa. Habéis pensado el valor que tendrían esas botellas de Vega Sicilia si reducimos su número destruyendo parte de ellas.
ResponderEliminarA que el efecto no hubiese sido el mismo, si en vez de quemar los cuadros regalaran a los visitantes del museo esas obras tan valiosas que destruyen.
Si regaláramos a los seguidores de Amalauva botellas de Viña Tondonia por participar en el blog, podríamos hacer bajar su cotización a niveles de un vino cosechero. Lo suyo sería derramarlas.
Mencía
Efectivamente querido amigo Graciano y quiero hacer extensible el saludo y comentario a Merlot en su artículo “la solución”, España no es como Italia aquí hubiésemos hecho una réplica más o menos lograda (total para quemarla) de esta forma cobraríamos la venta del original en el mercado negro, el seguro por el lamentable siniestro de la pieza valor incalculable, y por qué no unas vacaciones perdón una baja por depresión para disfrutar del dinerito .
ResponderEliminarPero esto no se da solo en Italia desgraciadamente se han quemado por “razones” políticas o ideológicas como la famosa quema de libros de Bebelplatz en Berlín durante el régimen Nazi en la Alemania de Hitler; A finales del siglo XV en Florencia obras artísticas y libros considerados inmorales ardieron en la llamada Hoguera de las Vanidades promovida por Girolamo Savonarola ; Códices mayas por el sacerdote Diego de Landa en Manì (Yucatàn) ; Discos de John Lennon en 1966 en el “Bible Belt” Cinturón Bíblico de Estados Unidos como represalia por las mal interpretadas declaraciones de este acerca de que los Beatles eran más populares que Jesucristo. Etc. etc.
Claro que tiene aun si cabe menos justificación la falta de fondos, pues siempre se pueden almacenar y guardar como las obras de los sótanos del museo del Prado hasta mejores tiempos o los aeropuertos que menciona Merlot sin apenas tráfico de Ciudad Real o Tarragona (claro no es malo pues no se producen accidentes, suspensiones de vuelos u overbooking) también próximas se almacenarán las universidades pues si los jóvenes estudiantes (futuro de España) no tienen subvenciones ¿cómo vamos a costearlo los papis mil euristas y en crisis?
Mucho mejor que la honestidad, integridad, honradez (que da menos dinero), la solución, son los recortes, no pasa nada, ya lo dicen apenas van a afectar ni los de educación ni los de sanidad vamos a seguir cubiertos, bueno en estos últimos los amantes del vino no tenemos problema nos podemos ahorrar los fármacos con los remedios de la abuela como el vino caliente, miel y orégano o con sus múltiples propiedades benéficas naturales que os invito a curiosear.
Acción antiespasmódica, antibacteriana, activación de la secreción biliar, actividad antivírica anti herpética, efecto antihistamínico, protección frente a cataratas, paredes arteriales al fortalecer el colágeno y elastina que las forman, antioxidante actúa contra radicales libres que favorecen el envejecimiento prematuro de los tejidos y la aparición de ciertos tipos de cáncer sin olvidarse de las fibras celulosa y pectina que facilitan el trafico intestinal e impiden la absorción de parte de los glúcidos y lípidos de la comida.
Y como uso externo enoterapia o vinoterapia; Madona, Isabelle Adjani o la Princesa Carolina de Mónaco ya han probado los baños, máscaras hidratantes, cremas y parches.
España no es como Italia aquí siempre hemos tenido Curros Jiménez, Luises Candelas y ahora Indignados y plataformas 15-M (con acampadas ilegales) por supuesto.
Un saludo a todos:
Albariño