En el incansable esfuerzo de las bodegas por innovar, tenemos ante nosotros un nuevo desafío. Los vinos exóticos. Después de denominaciones tan variopintas como: Vinos fondillón, de pajarete, de pasto, fortificados, amarillos, de coupage, de autor, etc...nos ofrecen esta opción exótica.
El primer pensamiento que nos puede pasar por la cabeza, es la contemplación de paisajes caribeños, llenos de palmeras y pájaros de colores .Vinos con sabores a papaya, mango o guayaba.
Pero ya sabemos que no hay que dejarse llevar por las apariencias y si leemos la procedencia de estos vinos, vemos que en muchos casos, son de procedencia búlgara, francesa o alemana.
Nosotros, los españoles, también tenemos nuestra fórmula exótica y como uno de nuestros cultivos mas conocidos es la naranja, pues ya está, vinos de naranja .Se caracterizan por su alta graduación (más de 15 grados), textura fina y menos densos que los vino generosos. Maridan con postres veraniegos, frutos secos y chocolate.No hay que confundir con combinados de vino blanco con zumo de naranja añadido.En esta variedad el vino dulce es macerado con cáscara de naranja, continuando un proceso de elaboración similar a cualquier otro vino.
¡Qué¡ ¿dispuestos para lo exótico, compañeros de Amalauva?
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